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viernes, septiembre 29, 2006

Por pares

Invitación cordial a que visites

http://paresdemanos.blogspot.com
Por pares

¡Buen fin de semana!

martes, septiembre 26, 2006

"Juro que soy yo"...


Bueno no estoy muy segura, el caso es que...
Sumida en el asiento del avión de Continental Airline, dándole vueltas a mil cosas: el terremoto, la tragedia en que había dejado mi país, los amigos… el amor, Fiji, las palabras cariñosas con acento francés… dentro del juego de maletas: ropa linda, nueva, zapatos que estrenaría allí, en los mares del sur… ¿cómo estaría Diana, mi amiga?, nos despedimos y al rato, otro temblor y la gente decía "se desplomaron más edificios". ¡Ay!, yo volando rumbo al paraíso, me recriminaba, pero enseguida llegaban otros pensamientos… imaginaba el abrazo de mi novio nomás vernos… seguro nos comeríamos a besos allí mismito en el aeropuerto… el edificio de Diana parecía intacto… la renuncia a mi trabajo semanas antes "no te vayas, no acepto que renuncies" dijo el señor X. De todos modos le dije adiós… Traía ¿cuántos dólares, cheques de viajero, tarjetas de crédito?... preparada para cualquier eventualidad… regalos para el francés… A ratos miraba por la ventanilla las nubes y pensaba que no me cambiaría por nadie… las figuras de los cirros y los cúmulos eran hadas, veleros, ositos, y caras sonrientes un poco idiotas… como la ilusión y el amor.

Justificaba: enamorada, tenía planes, vivía en Cancún y había ido a DF solamente a por mis visas para viajar al extranjero y ¡zaz! El sismo.
Una nueva vida llena de amor y aventuras románticas me esperaba del otro lado del mundo. No podía despreciarla.
A ratos lloraba, luego reía. Y también soñaba. Y volvía a llorar. Había sido demasiado. Todo. El terremoto. Lo que estaba dejando atrás. Cada vez más lejos… Mi trabajo. Mis amigos. Era atrevida e insegura.
Y era largo el viaje… veintitantas horas nomás de vuelo. Veintitantas horas de darle a los pensamientos, a los recuerdos, a los sueños, a las recriminaciones, a las fantasías… y veintipocos años que llevaba encima.

Hicimos una escala en el aeropuerto de Hawai… y paseando por los pasillos entre tienda y tienda, oliendo las flores del collar que me colgaron al bajar del avión, me miré en un póster. Unos meses antes había posado amistosamente para unos fotógrafos que visitaron Chichén Itzá y ¡sorpresa! mi foto estaba allí, promocionando las ruinas arqueológicas. "Juro que soy yo"... quería que se enteraran todos… una emoción más qué añadir a las ya acumuladas. Algunas personas con rasgos orientales me sonreían… "me habrán reconocido en la foto" pensaba allí a lado del pendón.

Más horas de vuelo. Otro despegue, cinturones abrochados, comidas en el aire, baños diminutos, charlas de cortesía… todavía fumaba y se podía en los aviones, más lágrimas, pensamientos anarquistas, placenteros, culpables… y de pronto comenzaron a verse por las ventanillas infinidad de islas entre el azul de abajo. Interminables horas de islas. ¿Cuál será? Me preguntaba…

Se dejó oír la voz del capitán y… de pronto apareció a lo lejos:
¡FIJI!

Continuará…

(PD. es para Mita, que preguntó)

viernes, septiembre 22, 2006

El blog de Ramón "Click aquí"

Lo recomiendo...

Mi futuro socio...

Les presento a: ¡Ramón de Aguilar!
Excelente amigo, editor, escritor...
y futuro socio en el hotelito que tendremos aquí cerca, en el Caribe.
"Ya vine a explorar terrenos, Ramón, sólo nos falta el dinero... maldito dinero."
Por algún lugar alguien me dijo que llegará, que nomás hay que despreciarlo.
Espero que no tarde mucho. Hay una cantidad enorme de escritores que desearán venir a nuestro hotel.
¿Se imaginan las letras que andarán por ahí flotando entre las paredes... las historias que surgirán, los líos, los amores, las pasiones, los misterios?...

Váyanse preparando, amigos.
¡Hasta pronto!

martes, septiembre 19, 2006

Fiji


Tenía que recoger mi pasaporte porque al día siguiente viajaría a las Islas Fiji. Estaba mi documento en el consulado de Inglaterra, tramitándose la visa. Fiji es un protectorado inglés...

Esa noche soñé con lagunas azules, con frutas exóticas, con amaneceres llenos de armonía y bellísimos paisajes. Aves de plumajes extravagantes volaban cerca de mí. Me bañaba en un mar inigualable... y soñé toda la noche con el amor. Sí, porque iba a visitar a mi novio francés que vivía en ese lugar.

¡Cuántas emociones! Tal vez sería el inicio de una nueva vida... cruzaría el océano, bajaría al hemisferio sur... ¿sería verdad que el agua se va al revés por los resumideros?... miraría la Estrella del Sur todas las noches escuchando palabras bonitas con acento francés... ¡oh! era maravilloso.

Así fantaseaba dormida, con mi futuro y muy próximo viaje... cuando todo comenzó a moverse. Saltaba, me caí de la cama. El vaso con agua que acostumbro poner en el buró se desbordaba. Todo crujía.
-Déjame ver cómo se balancea el Hotel de México (hoy World Trade Center) -dijo Diana, abriendo las cortinas de la sala.
-¡No! ¡Corre! -le contesté, pero miré cómo la mole de concreto bailaba.
Quitamos los cerrojos de la puerta en fracciones de segundo y echamos a correr como pudimos. Bajamos cuatro pisos por las escaleras casi sin tocar el suelo. Volábamos.
Ya en la calle nomás miraba los balcones de los vecinos, algunos tenían plantas en macetas colgantes que salían disparadas y había qué esquivarlas.
¿Por qué estás enojada, Tierra?, le pregunté en mis pensamientos. Sentía la Tierra enfurecida. Por momentos creí que se abriría...

Pude recoger el pasaporte. Me instalé en una cola enorme del aeropuerto, compré mi boleto, me subí al avión y...

19 de septiembre de 1985.

jueves, septiembre 14, 2006

El implacable





Cancún, Quintana Roo
Gilberto, 13 de septiembre de 1988,
hoy hace 18 años.
Yo tenía...


"El tiempo...
el implacable,
el que pasó..."

Pablo Milanés

miércoles, septiembre 13, 2006

Por mi grandísima...


Como nacemos con el pecado,
entonces también nacemos con la culpa.
Sí, porque hemos nacido del pecado.
Somos pecadores por naturaleza.
Y naturalmente culpables.


Así que… ¡a pecar!




Masaccio (Tommaso di Giovanni di Simone Guidi) (1401-1428)
Adán y Eva expulsados del Paraíso

martes, septiembre 12, 2006

¡SILENCIO!


Lo recordé esta mañana en clase...
un cuento de

MAX AUB

Hablaba y hablaba...

Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.


¿Qué puedo poner en la boca de los que no paran de hablar?

viernes, septiembre 08, 2006

No me avergüenza confesarlo



Aprendí a leer
con “Lágrimas y risas” y con “Memín Pinguín.
Apenas cuatro años de edad y los comics semanales de Yolanda Vargas Dulché ya estaban en mis manos… mi frustración por no saber qué hablaban los personajes ilustrados por Guillermo de la Parra (marido de Yolanda), me hizo aprender primero las vocales y después, de inmediato, todo el abecedario.
Fantasear los diálogos no era suficiente, me interesaba qué decían en realidad los monigotes. Allí estaban escritas unas letras, dibujados unos globos marcados con flechas y otros, con unos circulitos… unos recuadros. ¡Y mucha acción!

Cada domingo me levantaba de la cama antes de las siete. Motivo: el voceador anunciando a gritos por las calles de mi pueblo “¡Memiiiiiín!” “¡Lágrimas y risaaaaas!”. Nomás los escuchaba y abría las puertas de mi casa, salía disparada, corría detrás de las voces y también chillaba: ¡Memiiiiiiiiiiiiiín! ¡Aquiiiiií! Lagrimaaaaaaás! ¡Acaaaaaá!
Eran de “continuación” y siempre me interesaba saber qué pasaría… a veces, imaginaba durante la semana entera cómo iba a seguir la historia.

Me gustaba leer: “Archi”; “Susi. Secretos del corazón”; las revistas de Walt Disney, donde aparecían el Pato Donald, Tribilín, Mickey Mouse, Mimí, los chicos malos, los sobrinos, el tío rico, Daisy, Ciro Peraloca; “Sal y Pimienta”; “El hombre araña”; “Supermán”; “Batmán”; “Fantomas, la amenaza elegante”; “Los agachados”; “Hermelinda linda”; y otros que se me escapan, seguro… Todo eso formaba parte importante de mi vida.

Papá, al ver mi afición por la lectura me obsequiaba libros “aptos para menores”. Los leía con agrado. Pero no… mi interés primordial seguía siendo el cómic (la cabra que tira al monte).
Y cuando mi progenitor, cada noche después de cenar, se dirigía en el coche (yo también me acomodaba en los mullidos asientos del enorme automóvil) a comprar los diarios al kiosco; regresaba él, con la pila de periódicos; y yo, contenta con tres o cuatro de mis favoritos ejemplares.
Mi padre compraba, además de los cuentos que yo elegía; revistas de biografías de personalidades; otras, que narraban mitos y leyendas; los clásicos ilustrados; también, de divulgación científica… como si toda esta literatura popular fuera de su agrado. Tenían impresos dibujos lindos, portadas con bellos colores…
“Gracias, Pá…”

Luego yo, a escondidas de él, comencé a leer: “El libro semanal”, y otras novelas de amor y fotonovelas que, seguro no las hubiera aprobado.
Cerca de casa había un tendajito que, cuando se me había escapado el voceador -porque andaba de viaje, me había quedado dormida, o cualquier otro motivo poderoso por el que no había podido comprar mis revistas semanales puntualmente- las alquilaba. Y arrugadas y manoseadas por quién sabe quién, las disfrutaba y leía con tanto ahínco, creo, aún más del regular…

Actualmente me intereso por la lectura en Internet: periódicos, cuentos, diarios y, especialmente blogs.
¿Será una prolongación de mi gusto por los comics de mi niñez?
No me avergüenza confesarlo.

Continuará…

martes, septiembre 05, 2006

Vamos a la Playa Ohooooo




En el mar la vida es más sabrosa.

Comimos unos taquitos de camarón y un ceviche de pescado.

El agua, color turquesa; soplaba brisa agradable; la conversación, relajada; los amigos, divertidos; las cervezas, frías; la arena, blanca...

Estoy probando subir fotos en el blog... a ver si hay suerte.

¡Sí hubo!
¡Ánimo, no está todo perdido!

viernes, septiembre 01, 2006

GRAN PEQUEÑO CUENTO

El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso


Exactamente siete palabras...